miércoles, 1 de agosto de 2012

Un regreso entristecido

Estadio Chindamo, Rosario / De nuestros enviados especiales.-
En la vuelta después del accidente de EL, fuimos nueve. Baja convocatoria. De los convocados iniciales solamente faltó Titi.

Los equipos: Negrolito, Alvaro, El Túnel Fernández y Legnini. El otro: Fucaracho, Palanca, Cecé, Loja y Mario (amigo del Manatí).

Resultado: 9-8 para el primer equipo. El primer gol olímpico (justo para estas fechas) en el Chindamo lo hizo Mario. Los goles (aparte del citado de Mario): Couselo 2, Palanca 4, Negrolito 5, Leñini 3, Alvarito 1, Loja 1.

La pelota se fue una sola vez al hueco de la casa de la vecina, que al finalizar la jornada la devolvió con toda caballerosidad (pese a su condición de mujer).

No hubo lesionados.

Tiempo de juego: 1h 10m.

Nada más. Volvemos a estudios centrales.

martes, 10 de julio de 2012

In memoriam

El plantel del estadio Doménico Chindamo ofreció su homenaje a Zamba, tras el trágico accidente que truncó su carrera deportiva y lleno de luto al ambiente futbolístico.
En el estadio se celebró un minuto de silencio y luego se procedió a la suelta de palomas, en medio de un silencio sepulcral. Luego depositarían ofrendas florales en el extremo noreste del área del arco que da a calle Güemes y se comprometieron a no atacar por ese sector al menos durante dos partidos.

miércoles, 27 de junio de 2012

Regreso opacado

Parentini llegaba ilusionado al estadio.
Era un nuevo principio, un regreso, una alegría, un lugar para celebrar. Era la vuelta a las canchas de Parentini, el gran goleador. ¿Quién iba a imaginar que ese principio iba a culminar de manera abrupta y desgarradora? ¿Quién hubiese sospechado que las muecas de alegría transmutarían en expresiones sórdidas de preocupación y congoja? ¿Quién hubiese podido predecir que el regreso más esperado iba a dejar de ser noticia y Parentini finalmente no estaría en la tapas deportivas del jueves?


Parentini recibe con honores la
cinta de capitanía.
Todo empezó como estaba previsto, con risas y festejos. El gran Parentini regresaba al verde césped del Chindamo. Allí estaba él, nuestro ídolo, recibiendo los saludos en la previa, dando el puntapié inicial pese a las recomendaciones médicas. Se acercó tímidamente al área rival y en algún momento le cayó el rebote en sus pies infalibles. Fue gol de Parentini y el estadio se vino abajo.

Pero aún le quedaba más pólvora y no sólo fue ganando confianza, sino que el arco se le abrió. Era la vuelta soñada. Pero llegaría el momento aciago. Zamba llegaba zapatero al cotejo y finalmente convirtió. Algo estaba mal.

Zamba yace en el césped. Su brazo
fue pixelado por pedido del Comfer.
Se jugaba la última bola de la mañana. Fucaracho se proyectó en envidiable condición física, insospechada luego de más de una hora de juego. Por algún extraño motivo, Zamba se propuso dejar su último aliento en alcanzarlo y abortar el ataque. Cuando ambos estaban lanzados en velocidad sobre el área, repentinamente el balón modificó su trayectoria y quedó debajo de la suela de Zamba. El defensor tuvo el mal tino de pisar sobre el esférico, voló de espaldas y cuando estaba por dar contra el suelo, instintivamente intentó protegerse del golpe con su mano derecha. ¡Crack!, se escuchó cuando todos enmudecieron, y entonces sólo se escuchó el lamento del futbolista.

Zamba anuncia su retiro del
fútbol desde su lecho de muerte.
El personal médico confirmó las peores sospechas: Zamba perdió su miembro superior derecho. La tapa del jueves cambió los colores del regreso de Parentini por la oscuridad del momento más temido en la vida de un deportista.

Vaya desde este humilde órgano periodístico el reconocimiento que se merece Parentini y que esta mañana no pudo disfrutar. Y también las condolencias para la familia del malogrado Zamba.

miércoles, 20 de junio de 2012

Volvió el MVP

De nuestro enviado especial

Tanto lo esperó el glorioso césped del Chindamo y una mañana volvió. El MVP Andresito tenía otros compromisos pero se hizo el otario, no dijo ni mu y con su mejor cara de póker apareció en la célebre institución.

MVP se prepara para tirar el balón
a la c... de su tía.
Apenas comenzó a rodar el esférico el pichón de crack dio sobradas muestra de su talento intacto. Primero le propinó un caño a Chachi, otro al Manatí y también uno a Forni, después no dudó en tirar una chilena que se ganó la ovación del gentil público presente solamente porque no hubo que no se fue a lo del vecino.

Pero cuando pintaba para figura su trabajo se desmoronó como castillo de naipes. Primero lo dejó venir una y otra a Chachi porque no se animaba a atorarlo, temiendo una represalia por el túnel. Y finalmente, se veía venir, la terminó tirando a la luna. Fue el único de los players que se excedió en el remate, ya que en los futbolistas del Chindamo pareció surtir efecto el material didáctico de este blog y se portaron como verdaderas monjas de clausura.

Los Matías entonan emocionados el
himno mientras Fucaracho se burla de
la canción patria con pasos de hip-hop.
La presencia del Tatengue fue aleccionadora. No por su desempeño en cancha sino porque dejó en claro que hay alguien que puede hablar más que El Manatí mientras juega. Ya los tenía podridos a todos cuando demostró que también está podrido por dentro: todos esperaban un córner cuando el sufrido hincha de Unión expelió una flatulencia en el área que obligó a evacuar el área. Asegura El Túnel Fernández que los vahos, ayudados por el viento, incluso sobrepasaron la mitad de cancha y el cielo se ennegreció como si Sauron hubiera recuperado su poderío en Mordor.

También fue el regreso a la titularidad de Matías Petisce, a quien se lo notó sospechosamente hiperactivo. "¿Qué tomaste?", le espetó El Túnel, a lo que futbolista respondió con cierta displicencia: "Estoy en muy buen estado".

Loja cumplió. No en lo futbolístico, sino que había asegurado que la noche anterior tendría un "asado violento" y lo evidenció en sus lagañas. "Hola. Juguemos", fueron sus únicas palabras de la jornada, con un timbre de voz que podría llevar a comparar a Darth Vader con El Manatí.

lunes, 18 de junio de 2012

El juego de las diferencias

Encuentre las tres diferencias entre Naranjito y el Manatí:

Respuestas: 1- Naranjito tiene escote en V, Manatí tiene pupera. 2- Naranjito tiene un palo en la cabeza, Manatí no. 3- Naranjito sonríe, Manatí no. Esas son las únicas diferencias entre ambos dibujitos.

miércoles, 13 de junio de 2012

Un fútbol cada vez más profesionalizado

La imagen no miente: Alvarito va directamente a los huevos de Loja.
Ya se sabe cómo es: cuanto más se profesionaliza el noble ejercicio del balompié, más se pierde la esencia fundamental del deporte, la camaradería, el compañerismo, el regocijo por el disfrute mismo de perseguir una pelota. Así las cosas, este nuevo torneo de goleadores dejó en claro que nadie quiere quedarse atrás en la competición, a tal punto en que casi no se encontraban espacios físicos en las zonas de ataque y pocos fueron los abnegados que se quedaron en la última línea.

El Manatí, ensañado con el arco.
Negrolito sigue consolidándose como máximo artillero, seguido por Bustamante y El Manatí. Párrafo aparte (o este mismo ya que estamos) merece Cecé, quien no sólo disputa con fruición la lucha por el pichichi del año sino que no puede olvidar su encono personal con El Túnel Fernández. Se perdió varias chances por morfón, pero también le clavó un gol de saque mientras El Túnel papaba moscas. Aunque vale la pena destacar (y por eso lo destaca este blog) el soberbio tanto de taco que El Manatí le propinó, mofas incluidas.

Palanca lejos está de su mejor nivel y su desesperación por convertir lo convirtieron en un chiste del goleador que supo ser. Pero uno de los detalles sobresalientes de la jornada fue la cancha húmeda, que ocasionó varios traspiés y hasta algunas patinadas descomunales en la zona de los trebolitos asesinos.

Notable concurrencia en el Chindamo.
Esperando el esférico.
Otro detalle que deja a la vista la obstinación en inflar las redes contrarias es que los players del Chindamo ya perdieron todo decoro y le pegan como viene de cualquier lado. El resultado: seis pelotas a los patios de los vecinos, incluidos un disparo de Chachi que terminó en un tercer piso y una absurda chilena de Forni que salió para el lado de los tomates.

Es por eso que este órgano informativo del Estadio Doménico Chindamo se ve en la obligación de recordar el cómo se debe patear una pelota para que no se queje la vieja de al lado:

Infografía: La Capital

lunes, 11 de junio de 2012

Llegó la diversión

El equipo de Chindamo Tecnología se complace en presentar un maravilloso juego interactivo, un entretenimiento acorde a los tiempos de la Web 2.0, un videojuego en 3D apasionante, adictivo y desopilante. La pregunta de "El Gran Arquero" es: "¿Cuántos goles puedes hacerle al mejor guardameta del Chindamo?".

Atrévete, sube el volumen de tus parlantes y dale click!

miércoles, 6 de junio de 2012

El nuevo torneo

Con motivo del lanzamiento del flamante Campeonato de Goleadores, el Estadio Doménico Chindamo se engalanó con una nueva fecha de animado cotejo futbolístico, en una jornada en la que el inclemente frío fue el gran protagonista. Algunos contendientes se mostraron por demás de interesados en el nuevo certamen, tal el caso de Negrolito, asiduo concurrente al Chindamo pero con una inédita preocupación por los habituales quehaceres que hacen al cotidiano funcionamiento de la institución.

Así, el citado Negrolito se ocupó con esmero de que los balones demostraran peso y consistencia óptimos, tal como insistió en recorrer cada metro del campo de juego antes de echarse a recorrerlos durante el match, durante el transcurso del cual se lo observó más concentrado y aplicado que de costumbre.

Resultado de ello es que el crack obtuvo su recompensa y, en la primera fecha del Campeonato de Goleadores 2012 Estadio Doménico Chindamo, Torneo Edgardo Carmona, Copa Intendente Coco, conquistó cinco dianas y se encaramó a la vanguardia del certamen.
Negrolito y el Intendente Coco tras
el mitín secreto.
No obstante, sus logros deportivos se vieron opacados con ciertas actitudes reñidas con la moral y el decoro que protagonizó en el transcurso de la semana. Una guardia periodística de este medio develó una reunión secreta que Negrolito mantuvo con el Intendente Coco dos días antes del cotejo, en cuyo transcurso se habrían desarrollado temas inherentes al campeonato de goleadores, los premios y la llamada "letra chica" de la normativa que lo regula, aunque no trascendieron mayores detalles.

Una imagen de la cámara oculta
instalada en el despacho de Negrolito.
Sin embargo, la gota que rebasó el vaso fue la difusión de una cámara oculta en la que se distingue a Negrolito recibiendo dinero de un participante del torneo, cuya identidad se mantendrá reservada hasta tanto se expida la justicia.

En lo referido a lo estrictamente deportivo, El Manatí del Gol tuvo un lucido desempeño, con dribblings que hicieron estallar de júbilo a la concurrencia, pero su destacada performance no se tradujo en una abultada cuenta personal. Sorprendió Bustamante, quien con más efectividad que lucimiento consiguió empardar la cantidad de conquistas del Manatí. Zamba, por su parte, tuvo una ajetreada jornada futbolística, pero su team dependió en buena parte del cotejo de su potencialidad ofensiva, que resultó de escasa a nula. (El Loco de la) Palanca, en tanto, se recupera de una lesión y no pudo exhibir su habitualmente atildado juego por lo que, relegado a custodiar los tres palos, debutó en el torneo sin vulnerar la valla rival.

miércoles, 30 de mayo de 2012

Un partido raro

Sin dudas, fue un partido raro. Primero, no hubo relatos ininterrumpidos con voz aguda durante el match, además Chachi se comportó cual Valdano en una cena de protocolo, y finalmente Legnini se convirtió en un despiadado émulo de Blas A. Giunta.

El notable control de balón
de Palanca.
Vayamos por partes. El silencio en el verde field fue atronador, por primera vez se pudo escuchar "la multiplicidad de pajaritos que le daban rienda suelta a su trinar" (Maronna dixit, ver octavo párrafo). La ausencia del Manatí del Gol, por supuesto, redundó en la carencia de un tanteador abultado, pero el detalle más singular fue que los oídos resultaron más descansados, tal es así que todos olvidaron el cronómetro y finalmente se jugó más de una hora y media, con los correspondientes dolores musculares y óseos.

El famoso remate bumerán
de Negrolito.
Ni siquiera se lo escuchó a Chachi, vea usted. Es que el renegado player mostró su faceta más serena, parecía el príncipe Guillermo de Holanda después de una noche de Fernet. Estuvo medido, ubicado, silencioso, casi narcotizado podría decirse. Incluso el balón traspuso en repetidas ocasiones los límites del estadio, pero en ninguna oportunidad impulsado por la humanidad de Chachi. Quizás extrañaba a Cecé.

El inagotable entrenamiento
de La Araña.
Sin embargo, Legnini pareció necesitado del vértigo veronístico y de a poco se transfiguró, como si le hubiese chupado la energía a Chachi. Primero arengó: "Si salimos a cortar, con todo, sin dudar". Luego perdió sus formas de gentleman y bramó: "¡Vamos, que no pase el jugador!". Y finalmente se desencajó en cada jugada y espetó: "¡Trabalo! ¡Matalo!". Un dandi convertido en mister Hyde. Irreconocible, La Araña.

Torriglia siempre tiene un par de jugadas que caracterizan su estilo aguerrido. La víctima de El Carnicero Económico esta vez fue Loja, que terminó adolorido y moreteado luego de que Alvarito le hiciera sentir el rigor al marcarlo desde atrás. Loja declaró tras el cotejo: "El problema es que Torriglia no tiene carne, es todo hueso".

El habitual festejo de gol de Palanca.
(El Loco de la) Palanca, fiel a su costumbre, volvió a abultar las redes. Si bien pareció sufrir el síndrome del trece, logró conquistar tres dianas y celebró sus dieciséis goles en sumatoria. De esta manera se consolidó como goleador histórico del Estadio Doménico Chindamo, ya que solamente se tienen en cuenta los partidos en los que (efectivamente) se llevó la cuenta, mientras algunos que se dicen goleadores eligieron la comodidad de no sumar sus tantos y su sumatoria personal cayó en el incomprobable olvido.

Nombre player | Goles | Matches | Promedio
Palanca 16 5 3,20
Zamba 15 16 0,93
Couselo (*) 12 2 6,00
Tití 2 7 0,28
Pichirilo 1 1 1,00
Negrolito s/c s/c s/c
El Túnel s/c s/c s/c
Alvarito s/c s/c s/c
Loja s/c s/c s/c
Buffy s/c s/c s/c
Forni s/c s/c s/c
La Araña s/c s/c s/c
Julián s/c s/c s/c
Chachi s/c s/c s/c
Catarrito 0 1 0,00
Nota: solamente se contabilizan los partidos comprobados ante el escribano oficial del Chindamo; donde figura s/c significa "sin contabilizar". Este blog propone una solución salomónica y comenzar desde cero en el próximo match chindamístico.
(*) Tiene tres goles que la Confederación Chindamística de Fútbol Profesional (Cochifupro) tiene en revisión, ya que hay denuncias de que habrían sido contabilizados como regalo de cumpleaños.  

miércoles, 16 de mayo de 2012

Nace otra estrella

Suele decirse en ciertos ámbitos que el Chindamo es una máquina de crear estrellas fugaces, flores de un día, mariposas que baten sus alas sólo hasta el amanecer. Así lo demostraron las últimas incorporaciones de la institución, que enceguecieron con su fulgor en su debut pero se apagaron tan pronto como la fama se les subió a sus respectivas cabezas. Lo que nadie esperaba era que Pichirilo en su aparición en el verde césped chindamil dejara tan grata impresión.

Imagen de archivo
(faltó el fotógrafo)
Mostrándose habitualmente en su diario trajín detrás de un gris escritorio y aquejado por graves lesiones, Pichi decidió una reentré de perfil bajo. Pidió el arco (que jamás se le niega a nadie) y apareció con sus guantes, pero a poco de iniciada la contienda se animó, cruzó mitad de cancha y, mano en alto, pidió la descarga. El soberbio remate sorprendió a propios y extraños, más aún cuando combinó potencia con baja altura, sin riesgo de que la pelota se fuera al patio de la vecina, casi-casi como el golazo de Trezeguet a Ferro, vea usted. Todos supimos entonces que ya se había ganado el galardón al jugador de la fecha.

Pero tenía más para dar. Lo demostró cuando, ya habiendo cedido los guantes y compenetrado en su función de delantero, la peleó junto al lateral y sacó un remate bajo que dio en la base del primer palo, recorrió la línea de gol y el poste opuesto devolvió el balón al campo.

Sin embargo, una actuación que bien podría haberle valido la puntuación perfecta se desdibujó ante una evidente actitud genuflexa. Con Torriglia en el arco, Pichirilo hizo todo lo posible para evitar que la pelota traspusiera la línea de gol que custodiaba su jefe. Incluso recurrió a un ardid que demostró tanto talento como obsecuencia: en cambio de apuntar su disparo hacia el arco, hizo rebotar la pelota en un defensor para que el gol fuese en contra y no fuera acusado de vencer a su empleador.

En tanto, Palanca, otro de los cracks que no supieron mantener el nivel de su debut, se empeña en recuperar el cetro. Mientras la votación que lo enfrenta a MVP Andresito y La Araña Legnini por la estatuilla de "mejor incorporación chindamística 2011/2012" lo tiene como líder indiscutible, El Loco de la Palanca empieza a levantar cabeza y demostrar que tiene mucho para dar. También asegura que él mismo lleva la cuenta de sus dianas, en un número que deberá ser ratificado por el estadista del Decano. Pero no sólo surgió Pichirilo como contendiente de Palanca, sino también un tapado: Tití.

Tras la ya mítica frase "no le puedo pegar, yo soy nuevo", Negrolito perdió las formas y le reclamó a viva voz que rematara al arco. Y el reproche surtió efecto: Tití convirtió y también estrelló un disparo en el ángulo. Concluido el cotejo, La Araña Legnini quiso felicitarlo telefónicamente, pero su amigo había apagado el celular para evitar el acoso de la prensa.

Los tantos de El Manatí del Gol le dieron la victoria al equipo de Cecé en la cancha, pero una jugada inesperada en los escritorios de la Confederación Chindamística de Fútbol Profesional (Cochifupro) podrían dejarlo con las manos vacías. Es que un alto dirigente fue alertado sobre irregularidades que se referían a la posibilidad de que El Manatí hubiese recibido de regalo de cumpleaños asistencias no ya de sus compañeros sino de sus rivales, lo que motivó una investigación (sumario #00.001) que sigue su curso y podría retirarle los puntos al conjunto vencedor. Ampliaremos.

El partido se cerró con una pedorra anotación de Loja, que aprovechó diecisiete rebotes en el área para mandarla a guardar. Pero quizás el gran ganador de la jornada haya sido alguien que pasó inadvertido. Negrolito se desentendió a medio camino de su responsabilidad como organizador y delegó la convocatoria en Zamba, otrora acusado de provocar desatres climáticos que no favorecen la práctica del noble deporte del balompié. Sin embargo, Zamba cumplió con su parte y, aun así, el Chindamo vivió un verdadero día peronista.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Diferencias abismales

Hubo una diferencia abismal. De un lado, atacando hacia el norte, un equipo al que le salieron todas. Un placer colectivo, una suma de aciertos, un regocijo hecho fútbol. Enfrente, mirando al sur, un conjunto desvalido. Un rejunte de abatidos, una tristeza deportiva, una declaración de miserias.

Cecé comandó un equipo demoledor.
Los primeros, llamémosle Equipo A, tiraron tacos, rabonas, enganches, sutilezas. Todas las pelotas llegaron a destino, todos los ataques fueron gol, incluso las pifias gozaron de los beneficios de la fortuna. Cecé, Loja, Palanca, El Túnel Fernández y Julián fueron un team organizado, vistoso, confiado y ganador desde el minuto cero, incluso cuando en todo momento contaron con un hombre menos sobre el campo.

La imagen del oprobio.
Pero este blog no va a hablar de ellos, sino de los deshonrosos vencidos. Una derrota es una derrota, pero la que sufrió hoy (ayer para nosotros) fue una verdadera humillación, un insulto al buen gusto, un esperpento disfuncional al que denominaron equipo, pero que bien podría haberse llamado Sportivo Paupérrimo FC. Y es necesario, entonces, desglosar al detalle la ignominia futbolística que vivió el Chindamo en estos players, para que aprendan de sus errores y no se vuelva a repetir, por el amor del señor jesucristo.

Bustamante: Intentó más de lo que mostró. Se desentendió del juego en los momentos más complicados de su equipo. Y cuando estuvo en el arco fue una desgracia con patas, como cuando un remate del rival le fue al cuerpo, el pequeño golero estiró los brazos con poco tino y menos suerte, y el balón le impactó en el pecho para perderse en el fondo de la red.
Puntaje: 2 Chindamitos

Fucaracho: En algún momento quiso organizar la línea de fondo pero jamás transmitió seguridad. Se burló de sus compañeros a viva voz y con crueldad ignorando el triste papel que estaba desempeñando en la cancha. Así y todo, estuvo entre lo más regular de un equipo sin ideas.
Puntaje: 3 Chindamitos (y regalamos nota)

Zamba: Lo único bueno que hizo fue en el arranque, cuando se proyectó por la banda izquierda en un ida y vuelta continuo, aunque en veinte minutos no le llegó ni una pelota a menos de cinco metros. Desanimado, insultado, fuera de estado y con sus fuerzas abatidas, no escapó de la medianía general. No supo gravitar en ataque; las veces que probó al arco no tuvo potencia ni puntería. Apenas si se las rebuscó para llevar a los rivales hacia los trebolitos asesinos, la zona más complicada de la cancha, donde resbaló Loja y Palanca hizo patito de pecho hasta casi darse de bruces contra la pared.
Puntaje: 2 Chindamitos

Torriglia: Vestido como Vitamina Sánchez, fue el punto más alto del equipo con un despliegue incansable, usando todo el frente de ataque y pidiendo el esférico una y otra vez. Pero sus remates no estuvieron a la altura de sus piques vertiginosos, y con la pelota en los pies aportó poco.
Puntaje: 3 Chindamitos

Titi: Siempre supo qué quería hacer, pero pocas veces la pelota le obedeció. Le faltó vertiginosidad, pero su mayor carencia fue en decisión y coraje. "No le puedo pegar, yo soy nuevo", se escudó cuando el Negrolito le reprochó que no probaba al arco.
Puntaje: 2 Chindamitos

Negrolito: El equipo lo necesitó como nunca. Y él no estuvo. No supo responder, no mostró fútbol, ni oficio, ni dignidad. Fue una sombra de lo que supo ser, lo que en su oscura condición es preocupante. En algún momento intentó ponerse el equipo al hombro, pero los instantes en que recobró la memoria no alcanzaron para hacer olvidar lo que seguramente habrá sido el peor momento de su carrera. Erró un penal, estuvo impreciso e incluso dejó que se le escurriera una pelota entre las piernas cuando se acomodaba para meter el centro. Triste, tristísimo.
Puntaje: 1 Chindamito

Numerología

  • Hacía 71 fechas que no se cobraba un disparo desde los doce pasos en el Chindamo. La evidente mano en el área motivó airados pedidos de penal, pero entre el justificado coro de demandas se lo escuchó a Loja reclamar: "¡Asamblea!".
  • Una sola vez la pelota traspuso los límites del estadio, pero fue culpa de la mala fortuna. Así que se podría decir que es la primera vez que nadie manda la pelota a lo del vecino por patadura.
  • El Manatí del Gol convirtió por decimotercer partido consecutivo, pero fue la primera vez que relató las acciones de juego y vociferó órdenes ininterrumpidamente sin dejar ni siquiera 60 segundos en silencio.
  • Se escuchó 29 veces el término "gordo", siempre entre compañeros de equipo, de las cuales en 18 oportunidades la palabra se pronunció con voz aguda y chillona.

sábado, 5 de mayo de 2012

Chindamo habla tu idioma

Siempre atento a las últimas novedades tecnológicas, el Chindamo News se complace en presentar la traducción automática del blog, que permite que nuestros seguidores de todo el mundo puedan leer las últimas noticias en checo, macedonio, suajili, letón o cualquier idioma que se le cante el traste.

Para activar la Traducción Automática del Chindamo News (T.A.CHI.N.) hay que dirigirse a la barra lateral derecha (ubicada a la derecha de su pantalla, para allá → ), y desplazarse hasta el último elemento de abajo (al sur, por allá  ) y elegir del menú despelgable el idioma deseado.

El Chindamo en árabe.
Así, El Túnel Fernández se convertirá en Der Tunnel Fernandez en alemán, El Loco de la Palanca se podrá leer como The Fool of the Lever en inglés y El Manatí del Gol será Peixe-boi do Gol en portugués.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Emotivo homenaje

Zamba, con la 23 de Maciel.
Panchito Maciel tuvo de parte del Sportivo Chindamo un homenaje con todas las letras. Con la H, la O, la M y todas las demás letras. Si bien en la institución no hay hinchas de Racing, ni siquiera del Murcia o Mallorca, mucho menos de Almagro, Deportivo Español o Yupanki, ya era hora de que se le brindara el reconocimiento que merecía.

Con la impuntualidad habitual, los equipos saltaron al verde field, con Zamba vistiendo no ya la casaca racinguista con la que Panchito se consagró campeón para cortar la sequía de 35 años del club de Avellaneda, sino con el 23 que supo vestir en Murcia para festejar el título de la 2ª división española en 2003.

Los players estuvieron a la altura de semejante acontecimiento. Hubo goles de emboquillada, otros de caño, y también jugadas, regates y dribblings que engalanaron el estadio chindamístico. Incluso Zamba, entusiasmado con la responsabilidad que le fue conferida, se animó a algún enganche y uno que otro taco que fueron ruidosamente festejados por la concurrencia. El tanto conquistado por Zamba fue la cereza del postre.

El Túnel Fernández, notoriamente
ofendido con los excesos exhibidos
en un cotejo tan emotivo.
En otro orden, Palanca no fue ajeno a las generales de la ley. Así como habitualmente los debutantes en el Chindamo suelen destacarse en su presentación inaugural, su segundo partido suele dejar un sabor agridulce. Palanca estuvo lejos del rendimiento de su primer partido, probablemente por la presión que conllevó ratificar su promisorio arranque, e incluso se excedió en la marca y cometió una tremenda infracción que fue denostada por la exigente platea del Chindamo.

Tampoco fue vista con buenos ojos la performance de Chachi, quien con justicia vio la tarjeta roja y deberá purgar una fecha de suspensión.

miércoles, 25 de abril de 2012

La Palanca del juego

Todos los conocen como Palanca, aunque su nombre completo es El Loco de la Palanca. Es sabido que el Chindamo no necesita de presencias rutilantes para motivarse, es suficiente conque pinte uno nuevo nomás. Palanca llegó temprano, humilde, con una sonrisa que anticipaba sus ganas de pisar el verde césped.


Siempre pasa lo mismo: felices con la flamante incorporación, los players se hubiesen dado por conformes con un par de toques y algún pelotazo que le cayera a un delantero. Pero Palanca mostró más, mucho más, y se alzaron ovaciones en su nombre. Sobriedad, estilo y mesura, El Señor P repartió sutilezas y contagió buen fútbol. Bueno, no a todos.

Si alguien no se sintió contagiado, ese fue El Manatí del Gol. "Ahhhhh", "Ffffff...", se le escuchaba susurrar al delantero cada vez que una pelota picaba a escasos centímetros de sus desvencijados botines y se perdía por la línea de fondo. No tardó en ser obligado a calzarse los guantes, pero su espíritu goleador lo llevó a alejarse de la meta que defendía, trasladar el balón más de la cuenta y aventurarse en gambetas rumbo al área rival. Así fue como desperdició una chance por comilón y Fucaracho, desde el arco de enfrente, se la mandó a guardar. Otro paso en falso de nuestra estrella.

miércoles, 11 de abril de 2012

Un regreso a lo grande

Fue un partido de alto vuelo. Al menos es lo que opinó la media docena de balones que traspuso el perímetro del Chindamo para escapar de las patadas insalubres de los futbolistas. Como hace mucho tiempo no ocurría, fue tal la cantidad de pelotas que se elevaron más allá de los tapiales que en algún momento los hidalgos contrincantes estuvieron a un paso de suspender el match. Pero, afortunadamente, el cotejo se desarrolló con total normalidad.

Bustamante parece burlarse del
malogrado clon de Eric Estrada.
Empecemos de menor a mayor: F. Loto no pudo ser puntuado por sus escasos minutos en el campo. Debió retirarse tras una desafortunada acción en la que Alvarito empezó a dar rienda suelta a sus más bajos impulsos. Mezcla de Flaco Schiavi y Chino Zandoná, El Carnicero Económico no midió su potencia y dejó knock out al Eric Estrada del regate con un soberbio punch que le destrozó la trompa.

Para completar la crónica de la ignominia, la desmesura de Alvarito fue in crescendo y terminó en un soberbio penal que casi fue una muestra de amor hacia Julián. El aguerrido player, desbordado, debió haber sido expulsado a tiempo para evitar males mayores.

Vayamos ahora a lo que nos compete: el buen fútbol. El Corto Bustamante exhibió una actuación memorable. Pese a sus declaraciones en la conferencia de prensa ("sufrí el partido desde el arranque", descerrajó tras los noventa minutos), el pequeño futbolista tuvo despliegue, contundencia, visión periférica y elegancia con el esférico en sus pies. Jugó para un 8 y dejó abierta la apuesta para la próxima.

La Araña Leñini con su traje
de Spider-Man.
La Araña Legnini ya no es sorpresa para nadie y dejó de ser una promesa para convertirse en garantía de calidad. Hábil con la pelota y atinado en su visión del campo, el espigado atleta volvió a demostrar su talento en la cancha, pero donde se mostró intratable fue custodiando los tres palos. Agil y de inmejorables reflejos, cuando se calzó los guantes se transformó en una pesadilla para los delanteros. Y cuando tuvo que salir lejos de su área no sólo dejó en claro su timming de caballero del fair play sino que supo desplazarse en un derrape controlado que enmudeció a la popular y sesgó el descuidado césped del Chindamo, aprovechando la escarcha matinal para deslizarse como una marsopa. Nueve puntos.

Forni Carlos festeja
un gol.
Quien hizo el partido perfecto fue uno que hace rato no pisaba el Chindamo. Forni Carlos tuvo un regreso a lo grande que le valió una ovación de pie al concluir la jornada. Todos los calificativos elogiosos estuvieron de su lado. Su acotado tamaño no fue impedimento para que ganara de arriba, su avanzada edad no fue escollo para su incasable andar, su humildad no fue rémora para que diera cátedra cada vez que el balón llegaba a sus botines. Un auténtico ejemplo para las generaciones venideras. Carlitos cerró su presentación ante una lluvia de aplausos y algunos aseguran que se le piantó un lagrimón. Diez, sin dudas.

¿Cecé? Apenas si cumplió. Estuvo más pendiente de los flashes que de las instancias de juego. Asegura que su zapatero personal le garantizó cinco goles por partido si le compra sus plantillas, pero el goleador teme, cual Sansón, perder toda su eficacia si renueva su calzado (el cual parece tener notable influencia en la dirección que toman las pelotas por él chutadas).

Los reproches del final no empañaron la gran jornada. Chachi se jactó de ser el único que fue a buscar el esférico a lo de la vecina, aunque ante la evidencia de que sus dichos no se ajustaban a la verdad, bramó: "Pero fui el más que más rápido trajo la pelota". Llegaría una jugada que se fue por poco ("salió entera", argumentó Chachi, aun cuando la invisible línea de fondo es apenas tan exacta como cualquiera pueda imaginarla), Alvarito cometería el penal en tiempo cumplido y El Manatí del Gol se haría cargo de la ejecución con el colegiado advirtiendo que, apenas consumado el tiro, decretaría el final del cotejo. Cecé lo pateó a desgano, desviado. El encuentro culminó en igualdad. Chachi se quejó a viva voz de la apatía del goleador desde los doce pasos. Ay, Chachi, Chachi... en cualquier momento le sacan la quinta amarilla.

Cecé elonga sus zapatillas.

miércoles, 4 de abril de 2012

El gran duelo

Face to face. Mano a mano. Uno contra uno. Talento versus perseverancia. Sutilezas ante goles. Verdad contra mentira. El día del gran duelo llegó. Catarrito aseguró que podía contener la furia goleadora de Cecé. Los pingos se ven en la cancha y allí se mostraron, tête à tète. Uno fue el gran vencedor, el otro fue el oprobio de la derrota.

La racha imparable de Cecé parecía no tener techo, pero Catarrito lo retó a duelo, en la cancha. Prometió que no volvería a pisar el verde césped si no podía anular al nueve infalible. Y el duelo fue de dientes apretados. Los demás fuimos apenas actores secundarios circunstanciales en una obra que había sido escrita sólo para ellos dos. El esférico comenzó a rodar y los ojos se centraron en sus acciones.

Catarrito descuidó sus funciones en la cancha sólo para intentar cercenar los intentos del Manatí del Gol. Cecé se convirtió en un morfón despilfarrando chances reales de su equipo. No fueron dos bandos, apenas dos racimos de players alrededor de una contienda épica. El goleador estaba apagado, desdibujado, la impronta del marcador aguerrido no le dio respiro ni le permitió mostrarse a sus anchas. Pero hubo un descuido de Catarrito, que Cecé no desaprovechó, y el arco se le abrió a la máquina voraz de inflar redes.

El vencedor de la disputa no brilló, pero terminó floreándose ante un humillado Catarrito. En la última de la jornada, cuando ya el duelo estaba definido, Cecé tiró un sombrerito en la boca del área y remató de aire ante un desganado arquero que no supo oponer resistencia. Ahora tendrá que cumplir: Catarrito no puede volver a pararse en el field del Chindamo.


La tensión del momento casi hizo olvidar a un tercer protagonista de la jornada, no por virtudes sino por empecinarse en combatir el glorioso espíritu de la institución. Chachi se enfrentó verbalmente con Fisu, un rival que le respondió con sobriedad de juego y visión de la cancha. Pero también tuvo serios encontronazos con sendos compañeros de team: se le plantó Buffy ("no me digas boludo", le espetó el afrancesado periodista apuntando su dedo índice al cielo) e incluso la estrella Cecé ("no putiés, no putiés", se le animó con su voz amanatiada, apuntando su dedo índice al ojo derecho del artista plástico). Ay, Chachi, Chachi... ya tenés cuatro amarillas.

miércoles, 28 de marzo de 2012

Desde el Doménico Chindamo

(De nuestros enviados especiales)
(crédito: Doménico Chindamo)
Il ritorno. Gran sorpresa y algarabía despertó el regreso a los escenarios de un futbolista que había elegido otros rumbos, lejanos al Chindamo. El italiano Melena Di Marchi tuvo una actuación merecedora de elogios por su audaz desempeño bajo los tres palos, que consolidó a su equipo y lo hizo fortalecerse de atrás hacia adelante, brindando confianza y seguridad, y cercenando el abanico de opciones goleadoras que suele exhibir el rival.

Golazo, dijo Toto. La jornada deportiva en el Chindamo depararía una inusual cantidad de conversiones de notable factura, pero la más celebrada fue la de Buffy, que desbordó por el flanco izquierdo del ataque y, cuando parecía que había estirado demasiado su carrera contra la línea de fondo, sacó un remate cruzado casi sin ángulo que hizo sonar el parante metálico opuesto del guardamenta antes de inflar la red. La popular celebró el regreso de Buffy a los festejos.

Desmesura. Bien conocida es la tenacidad de Alvarito, que en numerosas oportunidades lo ha llevado a cargarse el equipo al hombro en busca de los tres puntos. Esta vez, recibió el balón en el área y lo dominó a medias, pero quiso la fortuna que el esférico rodara rumbo a la desguarnecida línea de gol, pasando entre las piernas del arquero, el propio Alvarito. Pero el oprobio que significa un gol en contra de la propia valla quedó minimizado por la desmesura con la que Cecé festejó el tanto. Un gesto indigno.

El Manatí del Gol. La habitual eficacia de Cecé en esta ocasión se vio opacada por su propia irregularidad. Comenzó el match con una actuación francamente olvidable, alternando falta de timming, falta de gol, falta de estado físico y falta de humildad. Uno de sus peores momentos se evidenció cuando encorvó su espalda en busca de un cabezazo, pero la número cinco jamás llegó a su testa y en cambio rebotó en su rodilla derecha, aunque el azar quiso que ese balón terminara en los pies de Julián para que la empuje al fondo de la red. Sin embargo, El Manatí del Gol supo revertir su bajón futbolístico y, haciendo fuerzas de flaquezas, con más oficio que habilidad, silenció los silbidos que bajaban de la platea con goles. En el último minuto, humilló a Chachi con un sombrero y remató de volea para vencer a un endeble Zamba que cumplía funciones como arquero. Los números de Cecé: 4 goles, 0 asistencias, 2 rebotes (involuntarios) y un festejo (el del gol en contra de Alvarito).

Cabezazos. De a poco, con paciencia, como los buenos vinos, la idea del fútbol vistoso pregonada por El Túnel Fernández empieza a contagiarse saludablemente en la institución. La teoría enriquística que enarbola como emblema "hagamos goles lindos o no los hagámoslos" se vuelve moneda corriente sobre el verde césped chindámico. Así, un cabezazo de Fisu abriendo el juego hacia el banderín del córner fue respondido con otro impacto de sesera de Zamba, que dejó el esférico flotando en el área chica para que irrumpiera Chachi y, con un nuevo testarazo, doblegara la valla rival. Tres cabezazos en el área son golazo.

Lacadé. Loja, que pierde los kilos al mismo ritmo que el talento, paseó sus endiablados driblings por todo el ancho y el largo del field, pero aunque mostró en cada rincón su flamante y envidiable figura no gravitó como en otros tiempos ni fue tan incisivo como en sus épocas de esplendor. Titi, una de las nóveles figuras del Chindamo, todavía desconocedor de los nombres y/o apodos de compañeros y rivales, le pidió el pase a Loja al grito de: "¡Rácin!". Es verdad, Matías vestía una casaca a franjas horizontales celestes y blancas, pero no la de la Academia de Avellaneda sino la de la selección nacional. Ofendido con el equívoco, un veterano chovinista del plantel se desquitó con premeditación y alevosía: cada vez que Titi se acercaba con su remera ñubelística, le espetaba: "¡Pasala, sabalero!".

Duelo de ocotes. De un lado, Fisu, blanco habitual de burlas por sus desproporcionadas prominencias posteriores. Del otro lado, defendiendo el arco, El Túnel Fernández, cuyas piernas notoriamente cóncavas le valieron su mote en detrimento de su otra peculiaridad, su abultado y ensanchado trasero. El duelo de culos inclinó la balanza a favor de Fisu, que con un toque delicioso consiguió un tanto de emboquillada, mientras El Túnel manoteaba el vacío como quien espanta una mosca.

Un regalo para la vista. Ya no sorprende a nadie el talento de La Araña Legnini. Rendidor en todas las líneas, incluso despampanante cuando se calza los guantes, el habilidoso espigado zen fue el autor del otro golazo que fue a parar al Top Faib de la jornada. De media distancia, acarició el balón para que atravesara la maraña de piernas peludas y se abriera paso en el hueco exacto que regalaba la última línea rival. El esférico trazó una abrupta parábola descendente que se incrustó despiadadamente en el ángulo. Gracias por tanta magia.

Ausente sin aviso. Es una lástima que Bustamante no haya sido de la partida en el apasionante duelo que protagonizaron... Ah, ¿sí estaba? Aquí apuntan que Marcelito participó del cotejo, y ahora que lo mencionan este cronista recuerda una palomita que intentó muy lejos del área rival, a tan baja altura que el césped quedó a su paso todo peinadito para el mismo lado.