martes, 13 de diciembre de 2011

Qué mal le hace esto al deporte

Desfachatez. Vergüenza. Impunidad. La justa deportiva prevista para hoy fue suspendida de manera unilateral e inconsulta por un grupete que pretende arrogarse las decisiones de la institución chindamística. ¿El motivo? Las dádivas del poder, el sometimiento a la corrupción. Por un rato de música, unas botellas de alcohol y unos platos de comida de canje, el grupete fiestero decidió celebrar hasta altas horas de la madrugada y dejar de lado el noble deporte del balompié de la mañana siguiente. Esos mismos que cuando convierten un tanto pedorro se besan la camiseta, esos mismos que dicen representar los colores del Chindamo. Esos mismos, anoche se embebieron hasta la degradación y esta mañana estarán durmiendo la mona en algún callejón de la ciudad. Y la pelota del Chindamo, la que no se mancha, la que siempre será fiel, quedará olvidada en las sombras de un rincón oscuro de un tinglado. Vergüenza.