viernes, 11 de abril de 2008

Un partido para el olvido

Vergonzante. Ignominioso. Ruin. Esos y muchos otros calificativos de tenor semejante cruzaron por la cabeza de los jugadores rumbo al vestuario, luego de protagonizar un partido que prontamente caerá en el olvido.

Pocas veces el Estadio Doménico Chindamo ha tenido que soportar un oprobio semejante. Con muchos futbolistas fuera de forma y el calamitoso estado del campo de juego, la jornada sólo sirvió para rescatar la regularidad de Fisu y el buen momento que atraviesa Buffy.

Sirvan para graficar el paupérrimo presente del fúbtol en el Chindamo los reclamos de los jugadores en el cotejo. Primero exigieron que no se juegue fuerte, luego alguien imploró un "no vale chumbar" y finalmente más de uno pidió: "No me hagan reir". Resultó lamentable ver al Polaco imposibilitado de salir jugando ante un ataque de risa luego de un chiste referido a Parentini: el crack sentenció que estaba "bien en el arranque de la jugada", por lo que la conclusión fue que su única virtud es su burro de arranque.

Las notas salientes de la fecha fueron el hecho de que en ninguna ocasión el balón terminó en la casa de un vecino (pese a los esfuerzos de Chachi y el Negrolito) y que el inefable Parentini patentó una jugada única: dos tacos consecutivos en la misma acción.



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