miércoles, 21 de marzo de 2012
Fue penal
Fue penal. Con toda la alevosía posible, sin conmiseración, tras repetir a boca de jarro que el jogo bonito es su única motivación, cuando Cecé cumplía sus funciones como guardameta y se vio superado por la voracidad goleadora de Zamba, tan sólo atinó a cometer un penal burdo, desfachatado, ruin, vergonzante. Había enarbolado la belleza de los movimientos como bandera, se había vanagloriado de deshechar las conversiones fáciles y buscar la perfección como única meta, se había arrogado el derecho de la tribuna de disfrutar un espectáculo memorable, y cuando se vio superado en el juego, humillado futbolísticamente, cuando la número cinco ya le resultaba inalcanzable, cuando sólo restaba que el balón durmiera en la red que custodiaba, Cecé estiró la mano y se aferró al pie del delantero. Fue penal.
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