La imagen de este hombre lo dice todo. Si bien se dice que segundas partes nunca fueron buenas, el regenerado Chachi Verona logró finalmente organizar dignamente una partida de football en el Doménico Chindamo y otra vez la pelota rodó sobre el verde césped. A la alegría del deber cumplido le siguen varias incógnitas: ¿podrá el consagrado artista mantener el empuje inicial y continuar al frente de la organización de esta nueva etapa institucional del club? ¿Logrará superar la convocatoria y hacer que la gente vuelva a creer en él? ¿Conseguirá controlar su instinto animal y dejar de tirar pelotas a las casas vecinas? ¿Se amigará con Raquel?
El tiempo lo dirá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deje su comentario, dele nomás